En Suiza, 1.5 millones de estudiantes van al colegio todos los días, lo que supone más del 19% de la población. Dependiendo del cantón, las escuelas enseñan en alemán, francés, italiano o romance.
La educación suiza es gratuita y obligatoria. Todos los niños y niñas deben ir al colegio, incluidos los inmigrantes. Normalmente la educación obligatoria empieza con siete años y dura unos nueve años en total. Muchos niños y niñas pasan dos años en la guardería antes de empezar el colegio.
La educación suiza es reconocida en todo el mundo. Los estudiantes suizos puntúan más alto en habilidades matemáticas y en exámenes de ciencia en comparación con otros estudiantes de los países europeos.
El sistema educativo suizo está descentralizado y está manejado a tres niveles políticos: a nivel federal, cantonal y municipal. El gobierno federal supervisa la educación de manera nacional general y es responsable de que los niños vayan a la escuela. Debido a la diversidad de culturas e idiomas, cada cantón controla su sistema educativo.
Los cantones tienen un nivel muy alto de autonomía, refiriéndonos al sistema colegial. Ellos eligen la estructura de sus sistemas educativos, el programa a enseñar y las fechas por vacaciones. La Conferencia de Directores Cantonales relativo a la Educación pública intenta coordinar los sistemas educativos de cada cantón, pero claro está, contando con un poder limitado. El gobierno federal y los gobiernos de los cantones comparten responsabilidades en la educación superior.
Si tu hijo es un estudiante del sistema educativo suizo, quizás podrías tener problemas si le quieres transferir de un colegio a otro ya que los cantones no tendrían el mismo calendario académico, programa académico ni los métodos educativos iguales.
Se han hecho muchas propuestas para unificar el sistema educativo suizo. Los directores cantonales de educación propusieron un sistema obligatorio de educación que tuviese dos años de guardería seguidos de nueve años obligatorios de colegio. Aún así, sólo unos pocos cantones se adaptaron a esto.
Otras de las críticas que se le hace al sistema educativo en suiza es que los horarios de los niños no se adaptan a los horarios de trabajo de los padres. Hay una falta de opciones para alargar el día, así que los padres deben recoger a los hijos a horas inconvenientes o pagar a cuidadoras para que lo hagan por ellos.
No hay uniformes escolares en Suiza, aunque ha estado bajo discusión muy recientemente.