Cuando te cambias de casa tienes que ocuparte de un montón de cosas que pueden funcionar de manera distinta en Suiza que en tu país. Aquí tienes una lista para ayudarte en el cambio.
Contratos: Tienes que contratar la electricidad, el gas y el agua en la compañía local ( städtische Werke), aunque la mayoría de las veces será tu casero quien lo haga, previo pago de un depósito por tu parte de CHF 250.
Las facturas de la electricidad, el gas y el agua pueden llegarte juntas o por separado. El cálculo se suele hacer por cuatrimestres y los contadores se leen cada seis meses. En el primer cuatrimestre es probable que la factura sea estimada.
Agua: El agua se puede facturar individualmente dependiendo del uso o se incluye en el alquiler. El agua en Suiza es dura, aunque hay sistemas de filtrado que ayudan a eliminar el calcio ( Kalk) que se acumula en los utensilios de cocina.
Electricidad: En Suiza la corriente es de 220 voltios y 50 Hz AC. Hay tres tipos diferentes de enchufes, de 2, 3 o 5 patas, así que es probable que necesites adaptadores.
Calefacción: La mayoría de las casas suizas tienen calefacción central ( Zentralheizung/ chauffage central) que suele apagarse en los meses de más calor.
Basura: En muchas regiones suizas la basura se tira en bolsas especiales que se venden a CHF 2-6 la unidad. Si tiras la basura en una bolsa normal, el ‘detective de la basura’ te impondrá una multa de CHF 100. Recuerda: ¡estás en Suiza!
Reciclaje: Debido a la preocupación creciente en Suiza por el medioambiente se suelen separar las basuras por tipos en lugar de tirar todo en el mismo contenedor. Los edificios suelen tener varios contenedores distintos y los suizos son muy estrictos con lo de separar la basura, llegando incluso a ser obligatorio por ley.
Residuos químicos: Los residuos químicos o venenosos, como pilas, aceite de motor, etc., no pueden tirarse en los contenedores normales. Existen unos depósitos especiales para este propósito en Suiza.
Los muebles viejos y los electrodomésticos grandes se denominan Sperrmüll y son recogidos en días determinados por la compañía de basuras local.
La ropa y los zapatos viejos se pueden tirar en contenedores que se encuentran en casi todos los pueblos y ciudades de Suiza. Varias veces al año la Cruz Roja hace un llamamiento a los ciudadanos para que donen su ropa vieja. Puedes encontrar direcciones en las páginas amarillas o en la oficina de correos.